Manejo médico de personas transgénero en la niñez y la adolescencia

Las personas transgénero o con inconformidad de género (IG) se identifican a sí mismas con un género distinto al que les correspondería por su sexo al nacimiento. La demanda de servicios de salud de familias con niños, niñas o adolescentes transgénero va en aumento. La prevalencia de IG en niños no se conoce, pero se ha estimado que es mayor del 1% en adolescentes. Existe un elevado riesgo de depresión, suicidio, abuso de drogas ilícitas, infección por virus de la inmunodeficiencia humana y lesiones no accidentales en estos sujetos. El modelo más aceptado para la atención de personas con IG asume que estos desenlaces adversos son producto de la marginación social y no de la condición de IG en sí. La transición de género de tipo social, así como la física, parecen ser efectivas para aumentar el bienestar de las personas con IG y reducir los riesgos en salud. Durante el proceso de transición social, los profesionales de la salud mental pueden apoyar al menor. Los endocrinólogos pediatras pueden ofrecer el bloqueo de la pubertad y la inducción contrasexual de la misma. Las intervenciones quirúrgicas de reasignación de sexo se reservan para mayores de edad. La identidad de género, la expresión de género y la orientación sexual son tres categorías relativamente independientes que pueden tomar cualquier valor no necesariamente binario (masculino/femenino) ni fijo. Los profesionales de la salud deben estar familiarizados con estos conceptos para ofrecer los mejores recursos disponibles y optimizar el bienestar de cada niño, niña o adolescente transgénero de forma individualizada.

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